En 2022, Giorgia Meloni prometió defender la ciudadanía italiana por sangre (ius sanguinis), fortaleciendo el vínculo con los descendientes de italianos en el mundo. Pero en 2025, su gobierno aprobó un decreto que limita este derecho. ¿Qué pasó entre su promesa y la reforma? Aquí te lo contamos.
La promesa de Meloni en campaña
Durante su candidatura a primera ministra, Giorgia Meloni se mostró firme en su apoyo al principio del ius sanguinis. En sus palabras: “No importa cuán lejos estén nuestros italianos en el mundo, donde quiera que estén, siguen siendo parte de nuestra comunidad”.
Este discurso fue bien recibido entre las comunidades de descendientes de italianos, especialmente en América Latina, donde millones mantienen vínculos familiares y culturales con Italia.
¿Qué establece el Decreto-Ley Nº 36/2025?
El 28 de marzo de 2025, el Consejo de Ministros de Italia aprobó una serie de reformas legislativas que modifican el reconocimiento de la ciudadanía italiana por descendencia. Las principales medidas del nuevo decreto incluyen:
Límite de generaciones
Solo los descendientes hasta la segunda generación (hijos o nietos de italianos nacidos en Italia) pueden obtener automáticamente la ciudadanía. Quienes descienden de bisabuelos o generaciones anteriores ya no son elegibles de forma directa.
Exigencia de vínculo efectivo
Para quienes nacieron y viven fuera de Italia, se requiere demostrar un vínculo concreto con el país, como haber residido en Italia por al menos un año o haber inscrito el nacimiento en el registro consular antes de los 25 años.
Pérdida por inactividad
El decreto también establece que quienes no ejerzan activamente sus derechos como ciudadanos italianos durante 25 años podrían perder la ciudadanía, si no demuestran lazos efectivos con el país.
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Una contradicción con sus palabras
Estas medidas han causado sorpresa y descontento. ¿Por qué? Porque contradicen directamente la posición que Giorgia Meloni defendió públicamente en 2022. Si bien el decreto no elimina el ius sanguinis, lo restringe de forma considerable.
Varios líderes de comunidades italianas en el extranjero, así como asociaciones de descendientes, manifestaron su decepción. Señalan que la reforma castiga a quienes durante años han cultivado su identidad italiana, sin importar la distancia geográfica.
¿Qué se busca con esta reforma?
Según el Ministerio de Asuntos Exteriores de Italia, el objetivo es evitar abusos en el sistema y frenar la “comercialización de pasaportes italianos”. También se busca aliviar la carga de los consulados italianos, que en países como Argentina o Brasil han recibido miles de solicitudes de ciudadanía cada año.
Además, la ciudadanía será tramitada en una nueva oficina centralizada en Roma, en lugar de en los consulados, como se hacía hasta ahora.
Conclusión: ¿qué significa esto para ti?
Si eres descendiente de italianos y pensabas solicitar la ciudadanía, es fundamental que revises si cumples con los nuevos requisitos. La reforma ya está en vigor, aunque habrá un período de transición de aproximadamente un año.
En io.europeo, te ayudamos a evaluar tu situación y entender cómo afecta esta nueva ley a tu caso específico. La ciudadanía italiana sigue siendo un derecho posible, pero ahora exige una planificación más cuidadosa.