En octubre de 2024, el Parlamento italiano recibió un nuevo proyecto de ley que busca reformar las condiciones para obtener la ciudadanía italiana. Esta iniciativa ha generado un amplio debate tanto en Italia como entre las comunidades de descendientes de italianos alrededor del mundo, provocando reacciones diversas y protestas en varias ciudades.
A continuación, exploraremos las propuestas principales del proyecto, los actores detrás de esta iniciativa y las posibles repercusiones para quienes buscan obtener la ciudadanía italiana por descendencia.
¿Qué cambios propone el proyecto de ley?
El proyecto introduce modificaciones relevantes en los requisitos para adquirir la ciudadanía italiana por iure sanguinis (derecho de sangre), enfocándose en:
- Límite hasta la tercera generación: Solo los descendientes directos hasta la tercera generación podrán solicitar la ciudadanía, limitando así la transmisión a generaciones más lejanas.
- Exigencia de idioma: Los solicitantes deberán contar con un certificado de competencia en italiano nivel B1, con el fin de demostrar su vínculo cultural y lingüístico con Italia.
- Residencia obligatoria: Será necesario residir al menos un año en Italia antes de iniciar el proceso de solicitud, lo que busca fortalecer la conexión del solicitante con el país.
¿Quién impulsa esta reforma?
La propuesta fue presentada por un partido de la coalición gubernamental con el objetivo de aliviar la carga en los consulados italianos, que enfrentan un alto volumen de solicitudes de ciudadanía, especialmente en países con gran presencia de descendientes de italianos como Argentina, Brasil y Estados Unidos.
Además, el proyecto busca fortalecer el vínculo cultural y emocional entre los nuevos ciudadanos y el país. Al establecer la necesidad de residencia previa en Italia y dominio del idioma, la reforma pretende asegurar que quienes obtengan la ciudadanía desarrollen una conexión profunda y activa con la sociedad italiana. Así, se prioriza no sólo el reconocimiento formal de la ciudadanía, sino también la integración y el compromiso con la cultura y las tradiciones italianas.
Repercusiones y reacciones
La propuesta ha suscitado diversas críticas. En Italia, se han llevado a cabo manifestaciones en ciudades importantes, en rechazo a los nuevos requisitos, argumentando que estas medidas dificultan injustamente el acceso a la ciudadanía para descendientes que mantienen lazos familiares con el país.
Por otro lado, una encuesta reciente muestra que la reforma enfrenta baja aceptación entre los ciudadanos italianos, lo que pone en duda su aprobación definitiva o su éxito en un posible referendo . Las restricciones propuestas podrían reducir significativamente el número de solicitudes, afectando a miles de personas que llevan años reuniendo la documentación necesaria.
Escenarios a futuro
Si la reforma es aprobada, representará un cambio significativo en la forma en que se gestiona la ciudadanía italiana. Aún no se han especificado posibles excepciones ni si se otorgará un periodo de transición para quienes ya hayan iniciado el proceso con las normativas actuales . De no ser aceptada, es probable que continúe la presión política para regularizar el sistema y agilizar los procedimientos consulares.
Conclusión
La reforma de la ciudadanía italiana propuesta en octubre de 2024 marca un intento por redefinir los criterios de acceso a la nacionalidad. Sin embargo, el proyecto ha generado controversia, especialmente entre quienes ven en estas medidas una forma de excluir a los descendientes de emigrantes italianos. Los próximos meses serán decisivos para seguir el desarrollo de este debate y las decisiones legislativas que afectarán a miles de personas alrededor del mundo.
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